El Caucho, una apuesta a la industrialización del Guaviare.



Gracias a los diferentes procesos impulsados en el marco del programa Territorios de Oportunidad, el pasado 29 de julio USAID reconoció la visión, la creatividad y la innovación que se percibe en los proyectos implementados. En el departamento del Guaviare, estigmatizado por las economías ilícitas y la presencia de grupos armados, la Asociación de Productores de Caucho ASOPROCAUCHO, consolidó un proceso de talla mundial dirigido por campesinos de la región, a través de la producción y comercialización del primer pegante libre de amoniaco: PEGA NATURAL

Para llegar desde San José a la planta procesadora que está en el municipio El Retorno, hay que recorrer 30 kilómetros hacia el sur. Según Mario Guevara, representante legal de ASOPROCAUCHO, en 1969 cuando llegó al territorio, por las condiciones selváticas del entorno una persona podía tomarse entre uno y dos días en el recorrido. Actualmente, no son más de 45 minutos.

 A los colonos de la puerta de la Amazonía, como le dicen al Guaviare, les entregaban 50 hectáreas para cultivar y lotes de 10x30 para que construyeran sus casas. De allí, se tejieron las primeras economías: hubo cultivos de piña, otros incursionaron en el negocio del ganado, desconociendo, claro está, el impacto ambiental de la tala indiscriminada. En 1979, 25 familias se reunieron en torno al caucho: en promedio, y con buenos cuidados, una semilla se toma 5 años en crecer y volverse productiva. Después de eso, con el método de raspado adecuado, produce 750 centímetros cúbicos por semana durante 30 años. Actualmente, ASOPROCAUCHO tiene más de 400 asociados entre los que se destacan 77 productoras, una de ellas, integrante de la junta directiva. 

 4 kilómetros después de El Retorno, está el corregimiento La Marina. Desde la vía, lo que parece una bodega agrícola más con rejas oscuras y fachada blanca, es la planta procesadora de ASOPROCAUCHO, que además de servir como centro de acopio, de laboratorio, y de espacio de procesamiento para transformar el látex en pegante, es el resultado del trabajo de muchos años, del apoyo de diferentes cooperantes a la asociación, del apoyo de entidades del sector público, y de la convicción de que se puede dar una transición de las economías ilícitas a economías lícitas en el Guaviare. 

La década de 1980 le abrió las puertas a la producción y al procesamiento de cocaína. Era una práctica tan lucrativa que por mucho tiempo estuvo normalizada y generaba ganancias sin precedentes. Sin embargo, trajo miseria, violencia, y desolación. 

“Muchos de nosotros perdimos familiares, inversiones, estábamos en el ojo de los grupos armados porque sabían en qué momento salía la producción, nunca dormíamos tranquilos, vivíamos de eso porque era lo que conocíamos”

Aseguró Samir González, integrante de ASOPROCAUCHO.  

En el marco del programa Territorios de Oportunidad los campesinos de la región han sumado en conocimiento y han fortalecido sus habilidades. Ejemplo de eso es la Escuela de Rayadores, iniciativa que, en sus dos fases, ha vinculado a 100 campesinos para enseñarles técnicas adecuadas para que los árboles se conserven en los estados ideales, sean más productivos y generen mayores ingresos. La Escuela de Rayadores también ha sido una plataforma para la integración regional.

 ESCUELA DE RAYADORES

De su propia voz.

 En el año 2017 apareció en la órbita de ASOPROCAUCHO el señor Julio César Urbina. Para ese entonces, la asociación tenía en sus planes el procesamiento de látex cremado para la elaboración de guantes y suelas de zapatos. No obstante, para comenzar producción se necesitaba un permiso especial para el uso de amoniaco, químico empleado como conservante.


Los asociados habían comprado el terreno, levantaron columnas y el techo, pero nada más. En ese estado, ninguna autoridad iba a conceder el permiso para el amoniaco conociendo los antecedentes ilícitos en la región” Afirmó Lina Mendoza, Ingeniera Agroindustrial de la Planta. 

 En el Guaviare los campesinos han sembrado monocultivos de clones (40/98): Florandia del Pacífico. Lo quiere decir, que se cultiva exclusivamente una semilla que ha sido estudiada por más de 30 años para evitar plagas como El Mal Suramericano. La asociación tiene un esquema de recolección en el que fija puntos equidistantes a las fincas, a los que llama núcleos, donde lleva el tanque satélite con capacidad de almacenamiento para 1000 litros. Cuando se recepción el látex, se le aplica la fórmula patentada libre de amoniaco para la conservación, y se lleva a la planta. El aroma del caucho con el producto es similar al de un lácteo, mientras que con amoniaco es tóxico, debido a sus propiedades bactericidas y al PH elevado.  

Cuando el tanque llega al laboratorio se pesa el látex, se toman muestras y se verifican sólidos. Del resultado del estudio se confirma la calidad y se tasa el pago del productor. Posteriormente, el látex entra a la línea de producción, desde el compresor a los tanques de proceso, donde se mezcla con excipientes y se convierte en pegante. Por último, es envasado en sus tres presentaciones, de 40ml, 110ml, y 220 ml. De momento en la planta se procesan 2 toneladas por mes, la meta a 5 años es que se logren procesar 48.

Aunque los números son prometedores, también hay obstáculos que han dificultado el camino de los productores. A pesar de las medidas implementadas con el uso del clon 40/98, de las 2200 hectáreas sembradas, 800 fallecieron. Entidades como el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI) han hecho estudios, lamentablemente, no se ha logrado determinar la fuente de la enfermedad. 

“Nos está dando duro, pero el caucho es un cultivo que enamora. Tenemos que invitar más familias, hay esfuerzo de mucha gente que ha creído en nosotros, el hecho de que esto se haya enfermado, no quiere decir que sea el final. Lo bueno es que ahora tenemos el conocimiento y sabemos que esto puede levantarse. Es una de las líneas principales y tenemos que ser líderes para recuperar. Nuestra principal carta de presentación es esta planta. Cuando los que no están o los que han perdido con la enfermedad comiencen a ver la rentabilidad de los árboles, van a querer vincularse, la planta de transformación es el futuro del caucho para el Guaviare. Antes el problema y los cuestionamientos eran la comercialización, con el manejo que se le ha dado al tema, es un asunto que hemos comenzado a superar” Afirmó Samir. 

Ejemplo del liderazgo de la asociación en temas de conservación medioambiental, fue el proceso entre 2012 y 2016, en el que lograron vincular a 100 ganaderos de la región para sembrar 500 hectáreas de caucho que anteriormente habían sido taladas. Y así como se ha trabajó con ellos, se espera trabajar con otros sectores de la sociedad civil y de las comunidades del territorio. 

Hay algo que es importante destacar, y es que al Guaviare han llegado, en diferentes momentos, programas de sustitución de cultivos. En oportunidades han cumplido las promesas, en otras, han dejado pendientes. No obstante, el campesino se caracteriza por ser una persona de palabra, que no ha puesto condiciones, se ha acogido, ha creído, y entiende que es posible la transición a la cultura de la legalidad a través de fuentes económicas lícitas. 

Lo que se veía aquí en el retorno eran miles de hectáreas de cultivos de coca. Aunque usted no lo crea, ahora se ve más piña y más caucho. Cuando el caucho crece, las raíces y la misma sombra secan la mata de coca. Nuestra sombra también puede cobijar a muchas personas y presentarles una mejor vida” aseguró Mario. 

Uno de los principales retos que tiene ASOPROCAUCHO en el futuro cercano, tiene que ver con el relevo generacional. Los jóvenes se han volcado a las ciudades, han abandonado el campo. Y aunque los asociados no han comenzado a trazar el camino para presentar alternativas y vincular a la juventud, saben que con todo lo que hacen en la actualidad, volverán a ser atractivos y el Guaviare tendrá una fuerza laboral diversa, innovadora, lícita, y, ante todo, interesada por velar por la conservación del territorio. 


Fuente: ASOPROCAUCHO Un modelo de desarrollo participativo  https://cdlo.exposure.co/c4efb29786ac0c475605d2768f910dd8

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